Resulta sorprendente cómo en la estadística mexicana sobre la salud realizada por el INEGI considerando el 2013 como año base, la psicología no juega un rol importante, no obstante la salud es definida por el propio INEGI de conformidad con el modelo psicosocial ya expuesto anteriormente en este blog, respecto del cual el factor mental y emocional es clave.
Como prueba de ello, se presentan lo números sobre el PIB de salud arrojados por el propio INEGI:
En donde las únicas referencias a apoyo psicológico se hacen para: i) servicios médicos de atención ambulatoria (como consultorio de atención psicológica de los sectores público y privado, entre otros), con una aportación al PIB de salud de un 16.6% y ii) como centros de residencias para el cuidado de la salud y de asistencia social (como centros de los sectores público y privado de atención médica externa para enfermos mentales y adictos o para el cuidado de personas con retraso mental, entre otros), con una aportación PIB de salud del 0.6%, porcentajes nada cercanos a una aportación representativa considerando que ambos rubros -la atención ambulatoria y centros de residencia para el cuidado de la salud y de asistencia social- abarcan muchos otros conceptos y que los consultorios de atención psicológica y los centros de atención para enfermos mentales, adictos y personas con retraso mental no son los únicos lugares en donde puede desempeñarse el psicólogo de la salud, tal y como fue expuesto en otras entradas del presente blog.
Referencias:
- INEGI. (2017). Sistema de Cuentas Nacionales de México. Fuentes y metodologías. Cuenta Satélite del Sector Salud. Año base 2013. México. REcuperado de http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/proyectos/cn/salud/doc/SCNM_Metodo_CSSSM_B2013.PDF
- INEGI (2017). PIB y cuentas nacionales. Cuenta Satélite del Sector Salud. México. Recuperado de: http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/proyectos/cn/salud/default.aspx
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